PRIMERA PRESENCIA
Son muy escasas las pistas que pueden clasificar en qué momento el hombre comenzó a poblar las tierras leonesas. Los pocos testimonios arqueológicos, que datan las primeras agrupaciones humanas leonesas en el Paleolítico, se limitan a un pequeño número de asentamientos al aire libre y en cuevas del norte, en zonas de montaña. Dichos asentamientos han dejado un exiguo legado de utensilios de piedra y hueso, gran parte de los cuales, se puede admirar en el Museo de León.
Una nueva Era, el Neolítico, hace que los grupos humanos se sedentaricen y cambien sus ritmos de vida y su economía, comenzándose a cultivar ciertos productos. Con la llegada del Calcolítico y la Edad del Bronce, el conocimiento sobre estas antiguas sociedades se amplía, gracias a los más de cien yacimientos arqueológicos que nos han dejado testimonio de estas formas de vida del pasado.
¿Sabías que...?
Cultura megalítica
La cultura megalítica ha dejado buena muestra de ello en la montaña de Riaño, en las zonas de Maraña, Acebedo y La Uña.