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Clima

EL CONTRASTE AGRADABLE


Protegida de la influencia marítima por las cadenas montañosas la provincia de León registra un clima de gran amplitud térmica con marcados contrastes entre verano e invierno. Seco la mayor parte del tiempo, y sin fuertes vientos que azoten la superficie el aire leonés facilita la estancia a propios y extraños. En algunos sectores (noroeste, principalmente) se hace notar la influencia atlántica, con más lluvias y temperaturas algo más suaves.


Sol y sombra

Riaño en primavera

El clima de León es el que se conoce como mediterráneo de influencia continental. Detrás de esta denominación se esconde una verdad sencilla: una amplia variación térmica, con inviernos fríos y largos,  veranos cortos y escasa permanencia de la primavera y el otoño.

 



Las estaciones

Riaño nevado

En la breve primavera, el campo empieza a despertar del letargo. Las lluvias van cediendo paso al sol y el clima se modera. Por la noche siempre refresca, así que no debe olvidarse el abrigo.

El verano es corto pero intenso. Durante el día pueden registrarse temperaturas superiores a los 35ºC, aunque tolerables gracias al ambiente seco que predomina durante la estación. Las noches son frescas y muy agradables, ideales para dormir tranquilamente.

En otoño la montaña y los valles se visten de matices dorados. Las lluvias empiezan a ser constantes y pronto comienza a soplar un suave viento frío. Las montañas se preparan para  recibir  los primeros copos de  nieve  y  los pantanos empiezan a llenarse con el agua del cielo.

En invierno los días son fríos. El blanco domina los amaneceres: heladas en los llanos y nieve en los picos. Si el sol acompaña, las cortas horas de luz pueden ser muy  agradables, pero la noche no debe cogernos desprevenidos.



¿Sabías que...?

Precipitaciones

Las lluvias más abundantes corresponden a  la zona Norte y  Oeste donde se registran valores por encima de 1.500 mm anuales, a menudo en forma de nieve, frente a los apenas 500 mm de las zonas de Meseta.