SAN MARCELO
El 29 de octubre, León celebra la festividad de su patrono, San Marcelo, mártir de la cristiandad. Cuenta la historia que en el año 298, el centurión Marcelo hizo pública su creencia cristiana, tirando al suelo su espada. Por ello fue enviado a Tánger para ser juzgado y condenado a muerte por decapitación.
Cuando sus restos se trasladaron hasta esta capital del Viejo Reino, se le dio sepultura en la iglesia consagrada a su nombre. Popularmente, a mediados del siglo XVIII, en la festividad del patrono, se celebraba una importante feria en la ciudad de León.
En la actualidad, la Corporación municipal acude hasta el atrio de la Catedral donde se reúne con el Cabildo y juntos marchan en solemne comitiva hasta la iglesia del santo, donde veneran la reliquia. En su camino pasarán por la Capilla del Cristo de la Victoria, emplazada en la calle Ancha donde se estima que estuvo ubicada la casa del santo. La capilla permanecerá abierta durante todo el día.
El regreso de San Marcelo
El 29 de marzo de 1493 llegaron a León los restos del centurión Marcelo, hallados en Tánger (donde fue martirizado), traídos por el rey Fernando V.