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Patrimonio de Cuatro Valles

Patrimonio de Cuatro valles



La montaña cantábrica que recorre el norte de la provincia de León, en la zona de Cuatro Valles, atesora la mayor concentración de Reservas de la Biosfera del territorio europeo: Alto Bernesga, Babia, Los Argüellos, Los Valles de Omaña y Luna, y Valle de Laciana.

Esta importante distinción, concedida por la UNESCO, da una idea clara del importante patrimonio natural, cultural y etnográfico de este territorio.

Zonas que cuentan con espectaculares hayedos, castañares, robledales, abedulares,  sabinares, pinares, lagos de montaña, hoces…y la gran joya de la corona: la cueva de Valporquero, donde el visitante podrá  adentrarse en un mundo mágico subterráneo creado por la naturaleza.


PALACIO DE RIOLAGO DE BABIA

PALACIO DE RIOLAGO DE BABIA

Fue una de las construcciones que impulsó la familia de los Quiñones en el mayorazgo de Riolago. Data del siglo XVI y fue conocido durante mucho tiempo como Palacio de la Torre Redonda. Tras pasar por varias manos, en 1915 esta construcción solariega renacentista en la que se funden arquitectura civil y religiosa será pasto de un devastador incendio que determina su ruina.

Fernando Geijo, vecino de la localidad, adquirirá su propiedad y promoverá su reconstrucción y restauración de acuerdo a su estilo original, un proceso que comenzaba en 1978. Este inmueble, actualmente propiedad de la Junta de Castilla y León, consta de residencia con torre, ahora cuadrada, una pequeña capilla y las caballerizas. Está amurallado a modo de fortaleza y en sus muros exhibe varios escudos de la familia Quiñones, no todos los que tuvo en su origen, pues varios se han perdido.

Sí se conserva en el portalón de acceso el escudo de la casa de los Quiñones con una orla que dice: “Visité a Cristo y a su madre y a costa de mi quiñón di a España el mejor blasón”. 

Esta imponente y señorial mansión, cuna del linaje de los Quiñones, constituye uno de los edificios de arquitectura civil más relevantes de la montaña occidental leonesa y fue declarado Conjunto Histórico en 1995.

Está previsto que sirva para albergar la Casa del Parque Natural de Babia y Luna, un proyecto que vislumbra ya su final y para el que el Palacio y su entorno ya está habilitado. 



CONJUNTO HISTÓRICO DE RIOLAGO DE BABIA

CONJUNTO HISTÓRICO DE RIOLAGO DE BABIA

El pueblo de Riolago de Babia, en el término municipal de San Emiliano, antiguamente conocido como Concejo de Babia de Abajo o Babia de Yuso, se encuentra a 1.240 metros de altitud, al pie de la cordillera que separa Babia de Omaña. 

Los valles de esta pedanía están custodiados por picos de más de 2.000 metros de altura como Penouta, La Veiga la Muñeca, Rabinalto, La Peña l’Arena, Terreiros y la Braña Vieja.

El agua que irriga estas tierras desciende de la laguna de origen glaciar situada a cuatro kilómetros de la localidad.

Este pueblo, declarado Conjunto Histórico Artístico, se agrupa alrededor de la parroquia, consagrada a San Salvador, y destaca por su arquitectura tradicional de piedra de sillería y cubiertas de pizarra.

Las casas tradicionales, de ventanas pequeñas, se articulan alrededor del patio carretero interior que se abre tras el portón de la fachada. Cabe destacar el carácter ganadero por el que destacó esta localidad.

En sus calles todavía se muestran algunos balcones enrejados, ventajas ojivales y numerosos detalles que recuerdan el pasado señorial de este mayorazgo.

Ejemplo de arquitectura tradicional es la Casa del Escribano, de 1619 y reconstruida según la tipología local, que fue propiedad de la familia Flórez, una gran casona de planta rectangular de patio interior central con una pequeña capilla adosada al edificio principal.

Asimismo, Riolago alberga varios edificios de interés, entre los que destaca el Palacio de los Quiñones, una de las construcciones de arquitectura civil más relevantes de la montaña occidental leonesa. De la arquitectura religiosa cabe destacar la iglesia parroquial, la Ermita del Cristo de la Puente y dos Capillas, la del Palacio de los Quiñones y la de la Casa del Escribano.



IGLESIA DE SAN JULIÁN DE ROBLES DE LACIANA

IGLESIA DE SAN JULIÁN DE ROBLES DE LACIANA

La iglesia de San Julián en Robles de Laciana saca el románico rural de los caminos principales de peregrinación a Santiago. Es una construcción sencilla que guarda un estilo íntimamente ligado al monasterio de Corias, en Cangas de Narcea, y cuya consagración se sitúa en el año 1090, como así recoge la pizarra escrita en latín con la historia del templo que allí se conserva.

Se cree que ya llevaba años construida esta iglesia en el momento de su consagración, en el citado año, a cargo del obispo de Oviedo, Arias Cromaz, primer abad del Monasterio de San Juan de Corias. O que se asentó la iglesia de Robles en un cenobio benedictino dependiente del poderoso monasterio asturiano.

Además de la pizarra en la que se recoge la historia y consagración de esta iglesia, cabe destacar por su valor la imagen de San Benito, con regla y báculo abacial, que data del siglo XVII, así como su enorme espadaña, que alberga el campanario, y que tuvo que ser parcialmente demolida en tiempos recientes por un problema estructura.

Esta iglesia, la más antigua del románico lacianiego, está declarada Bien de Interés Cultural.



CASTILLO DE BENAL EN EL CASTILLO

CASTILLO DE BENAL EN EL CASTILLO

En la Montaña Central Leonesa, en el tramo medio del río Omaña, en torno al que se configura la comarca del mismo nombre, se encuentra la localidad de Riello, la que da nombre a todo el municipio que ampara 38 núcleos de población.

Este territorio que los romanos escudriñaron en busca de oro posee, además de paisaje, patrimonio.

Quizá el más destacado sea el Castillo de Benal (también llamado de Benar, del Beñar o de Venal), una fortaleza situada en una de las pedanías de Riello, en El Castillo, cuya construcción data del siglo XV.

Llama la atención por su planta triangular que, al parecer, se asentó sobre un antiguo castro. Perteneció a los Condes de Luna y estuvo ocupado hasta el siglo XIX. Actualmente se encuentra en estado de ruina y a la espera de ser restaurado y presentado a las visitas.

La historia coloca este castillo sobre un antiguo castro que debió formar parte de las fortificaciones que los romanos construyeron para supervisar las explotaciones auríferas de la zona. Sobresale su planta triangular, una característica que apenas cuenta con competencia en España.

Los documentos apuntan que fue esta la primera fortaleza patrimonial de la Casa de Quiñones. Diego Fernández de Quiñones, primer Conde de Luna en el siglo XV, la habría heredado de su padre.

Sirvió de prisión en dos ocasiones, una a finales del siglo XV y, otra, en el siglo XIX, habiendo sido ya objeto de alguna reforma. Pero a finales del XIX el castillo fue destruido y habitado por la ruina. Tuvo un torreón, pero actualmente solo se mantienen en pie la torre del homenaje y algunos de los muros. 



CASA PALACIO DE MURIAS DE PAREDES

CASA PALACIO DE MURIAS DE PAREDES

El término municipal de Murias de Paredes discurre a lo largo de tres valles, el de Omaña, el Valle Gordo y el Valle Chico, en plena Reserva de la Biosfera de Omaña-Luna.

La cabecera del municipio, Murias de Paredes, sirvió de asiento a una de las propiedades de los Condes de Luna que dominaron este territorio hasta el siglo XIX, una casona blasonada que, inmersa en una profunda rehabilitación, aguarda convertirse en centro de interpretación de la Reserva.

Se trata de un inmueble del siglo XVIII con más de 45 metros de fachada que, en una primera intervención ya ha sido consolidado pues la ruina comenzaba a hacer mella en su estructura.

El inmueble fue cedido al Ayuntamiento de Murias en el año 2010 por parte de la Fundación Álvarez Carballo, propietaria de la casona, que condicionaba su gesto a que fuera destinado a fines sin ánimo de lucro, como pretende ser el centro de interpretación que aguarda ver la luz como espacio para la formación de proyectos de desarrollo sostenible para la zona, cada vez más enfocada al turismo. 



SANTUARIO DE PANDORADO

SANTUARIO DE PANDORADO

El pueblo de Pandorado, dependiente del Ayuntamiento de Riello y lugar de paso para quienes según el trazado de la Ruta de la Plata, habría nacido al abrigo de su santuario en honor a Nuestra Señora de Pandorado. Sobrio, alargado, de una sola nave, data del siglo XVII, aunque se cree que levantó sobre una edificación más antigua.

Destaca su torre cuadrada situada a los pies del edificio a la que se atribuye cierto carácter defensivo, lo que explicaría la desproporción que mantiene con el resto de la construcción.

En su interior, presidiendo el retablo inaugurado en 1718, se encuentra una talla de la virgen con el niño en el regazo a la que veneran los devotos de Pandorado, una talla de alrededor de medio metro de altura que está fechada en el mismo siglo que el templo.

La leyenda atribuye a un pastor de La Omañuela el origen de este santuario de devoción mariana pues aquí habría sido donde halló una imagen de la virgen que, por mucho que se empeñara en llevar a la iglesia de su pueblo, volvía a aparecer siempre en el mismo sitio, en la misma piedra junto a la que se levantó el templo.

En el Santuario de Pandorado se celebra cada 15 de agosto la tradicional romería de Pandorado que congrega a gente de toda la comarca omañesa en una fiesta de marcado carácter leonés, con bailes regionales, juegos populares, corros de lucha leonesa… un festejo declarado de interés provincial.



PUENTES ROMANOS DE VALDELUGUEROS

PUENTES ROMANOS DE VALDELUGUEROS

El municipio de Lugueros, en plena Reserva de la Biosfera de Los Argüellos, con la localidad de Lugueros como cabecera, se extiende al abrigo del río Curueño y encierra historia y naturaleza a partes iguales.

Las fuentes y la vegetación hablan de su vinculación con el agua, y las casas solariegas de piedra noble y los escudos centenarios que penden de las mismas de su pasado señorial.

Arintero, Cerulleda, La Braña, Llamazares. Redilluera, Redipuertas, Tolibia de Abajo, Tolibia de Arriba. Valdeteja, Valverde de Curueño y Villaverde de la Cuerna conforman, junto a Lugueros, este municipio que, remontando el Curueño, traza la ruta de los puentes romanos y medievales de la calzada de La Vegarada.

Concretamente en Lugueros se ubican dos de estos puentes, uno de ellos en la parte más alta del pueblo, en la zona conocida como Los Campos de Lugueros, que data de la Edad Moderna aunque se asienta en bases romanas.

El otro, en pleno centro de la localidad, cruza el río junto a un molino de tres plantas, un puente medieval de tres ojos recientemente restaurado