DE BURBIA A LOS LAGOS DE VILLOUSO
- Duración: 3 horas
- Longitud: 7 Km. (ida)
- Desnivel subida: 733 m.
- Desnivel bajada: 733 m.
Los ríos guardan una vinculación especial con los lugares por donde pasan. En esta ruta nos remontaremos hasta los orígenes del Burbia para conocer ciertos secretos, que sólo algunos conocen en el pueblo y el valle de igual nombre.
Saldremos de Burbia, donde el río se convirtió en pueblo. Tiene pallozas, buenas casas y un albergue que invita a quedarse un tiempo disfrutando del entorno. Vamos valle arriba, en dirección contraria al río. A tres kilómetros hay una bifurcación en la que tomaremos el camino de la izquierda hacia el valle que deja también a la izquierda el Pico Mostallar. Nos habremos internado entonces en el hermoso valle de Villouso. En nuestra marcha hallaremos las fuentes del Burbia, un camino que se difumina, y el bosque de Teixedal, que encontraremos a tres kilómetros de la bifurcación. El topónimo Teixedal evidentemente alude a la cantidad de tejos (“teixos”) que existen, aunque entre la fragosidad infnita se distinguen también acebos, robles, abedules, serbales e incluso avellanos, todos ellos bendecidos por el clima atlántico de los Ancares. Para llegar a los Lagos de Villouso (1.540 metros de altitud) hay que dejar atrás un peñasco y una arboleda de abedules, continuando hasta la Braña del Acebalín. Aquí se pierde el camino, debiendo continuar la marcha por una cañada.
Frente al lugar donde nace el río no se concibe cómo los pequeños lagos de Villouso son capaces de surtir un caudal tan poderoso como el que llevará el Burbia a Villafranca, pues al comienzo no es sino un minúsculo pero consistente hilillo de agua. Viendo cómo discurre el cauce entenderemos que estamos sólo a unos pasos de Galicia, siendo probable que hayan intervenido algunas meigas conjuradas en el cercano Pico Cuerno Maldito.