Las Cabezadas "Foro u oferta"
La fiesta recrea el agradecimiento de la ciudad de León a San Isidoro por la lluvia que cayó allá por el año 1158, cuando una sequía amenazaba los terruños leoneses. Por este motivo, las autoridades civiles acuden cada año a hacer una ofrenda “voluntaria” al Cabildo, quien interpreta la oferta como una obligación o foro. La despedida del Ayuntamiento y el Cabildo es el momento más pintoresco de la fiesta y razón por la que se la conoce como “Las Cabezadas”. Canónigos y concejales se hacen reverencias en un ademán tan exagerado que arranca las risas y los aplausos del público.