RÍOS DE VIDA
Los ríos tienen y han tenido un especial significado en la vida de León. Abriéndose paso entre las montañas, son fuente de riqueza para muchas de las localidades que surgen al amparo de sus riberas.
La mayoría de ellos nacen en la Cordillera Cantábrica y son tributarios del Duero y su amplia cuenca. Los tres más importantes son el Esla (al que vierten sus aguas los ríos Porma, Curueño, Torío y Bernesga), el Órbigo, resultado de la fusión del Luna y del Omaña, y el Cea. Sus caudales dependen en gran medida de las lluvias y de la nieve, por lo que los leoneses que habitan a sus orillas han debido adaptar sus quehaceres a los ciclos de la naturaleza.
Distinta suerte se observa en El Bierzo, donde la cuenca Miño-Sil, de régimen pluvial, aporta un caudal abundante y sostenido a lo largo de todo el año que ha favorecido su aprovechamiento hidroeléctrico y le convierte en el auténtico eje vertebrador de la comarca.
Finalmente, al extremo norte, las aguas escapan hacia el Mar Cantábrico, a través del Sella y el Cares. Son ríos de escaso recorrido cuya acción intensa ha originado desfiladeros de gran calidad paisajística como los Beyos y la Garganta del Cares.
¿Sabías que...?
Superficie de 15.581 km2
La provincia de León ocupa una superficie de 15.581 km2, siendo la más extensa de las nueve que integran la Comunidad Autónoma de Castilla y León y la séptima en el cómputo nacional.