Tanto Salas de los Barrios, como los cercanos Villar y Lombillo, son tres pequeñas poblaciones que llaman la atención del viajero por su arquitectura religiosa y profana, realizada en la piedra y madera propia de la zona.
Salas de los Barrios tiene en la Iglesia de San Martín, uno de sus tesoros más queridos.
Lombillo, enclave privilegiado de la zona, cuenta con un mirador que ofrece una espléndida perspectiva tanto de El Morredero y La Guiana, cumbres de los imponentes Montes Aquilanos, como de los cercanos pueblos de Salas y Villar de los Barrios.
Este atesora una arquitectura popular que ha eludido el paso del tiempo y que hace de sus calles y plazas un lugar en el que el tiempo ha decidido parar sus trascurso para poder contemplar, con detenimiento, este Conjunto Histórico Artístico.
No son pocas las casas blasonadas en Villar de los Barrios. Se pueden enumerar a modo de ejemplo, la Casa Batán, la Casa de los Carral, la Casa Burillo, la Casa de los Capelos, la Casa de los Carrera… En muchas de ellas se repite un patrón arquitectónico común ya que cuentan con escudos familiares y hermosos balcones.