Desde Riaño bordeando el embalse emprendemos el viaje por la N-621 hasta Boca de Huérgano, la Villa, donde destaca su castillo del que se conserva la torre que describe la magnificencia de esta edificación perteneciente al linaje de los Tovar. De la original estructura merecen atención las ventanas de diversas formas y tamaños que rompen unos muros realizados en mampostería y mortero. Boca de Huérgano es la capital administrativa de la conocida como “Tierra de la Reina”.
Parece ser que el sobrenombre se debe a que en el siglo XV pasaba largas temporadas en estas tierras Doña Constanza Enríquez, descendiente de D. Tello, infante de Castilla e hijo bastardo de Alfonso IX. El trayecto continúa por las localidades que llevan tan excelso apellido: Villafrea de la Reina, Los Espejos de la Reina, Barniedo de la Reina, Portilla de la Reina y Llánaves de la Reina hasta alcanzar el Puerto de San Glorio, pletórico en paisaje montañoso, a una altura de 1.609 metros, y que enlaza con la vecina Cantabria. La ruta debe tomarse con tranquilidad para percibir los encantos de estos pequeños San Glorio pueblos donde no falta un buen plato de comida tradicional y claros ejemplos de arquitectura montañesa. Para contemplar el Puerto de Pandetrave, final de la ruta, debemos volver por la misma carretera N-621 para encontrar el desvío al puerto en la localidad de Portilla.
Con sus 1562 metros de altitud, Pandetrave ofrece unas magníficas vistas que permiten contemplar las escarpadas cumbres del Macizo Central de los Picos de Europa. Es un lugar ideal para el senderismo y el encanto de un paseo tranquilo por la naturaleza.
Recorrido
Riaño, Boca de Huérgano, Los Espejos de la Reina, Barniedo de la Reina, Llánaves de la Reina, Puerto de San Glorio, Llánaves de la Reina, Portilla de la Reina, Puerto de Pandetrave.