El Palacio Episcopal fue reorganizado como museo en el año 1962 por el obispo Mérida Pérez para recoger en él piezas que, bien por abandono de las iglesias de la Diócesis, bien para su mejor conservación, necesitaban de un mejor espacio para su almacenaje y exposición.
La exposición recoge piezas de las diferentes parroquias de la Diócesis, sobre todo vinculadas al Camino de Santiago, entre las que destacan el “Crucificado de Poibueno” de Gregorio Español y el Retablo de San Bartolomé de finales del siglo XV y una excepcional colección de orfebrería de los Siglos XV al XVIII que dan buena muestra de la evolución artística y técnicas de trabajo de los materiales y entre las que destacan la “Cruz Procesional” de Castrotierra de la Valduerna, atribuido a Miguel Ángel.