La Reserva Regional de Caza de Mampodre abarca las cabeceras de los ríos Porma y Curueño, en un entorno de montañas, valles, bosques, ríos y arroyos que aglutinan un espacio cinegético de gran calidad.
La reserva toma su nombre de los picos de Mampodre, un conjunto de altitudes que superan los dos mil metros.
El ecosistema presenta una amplia variedad de fauna y flora. El ambiente boscoso es la residencia de numerosas especies de pájaros como carboneros, mosquiteros, petirrojos, pinzones, arrendajos, y mamíferos como los corzos, ciervos, rebecos y liebres.
En las zonas de matorrales, piornales y brezales abundan pájaros como escribanos, pechiazules, acentores y perdices. También se encuentran las truchas en las aguas cristalinas de los arroyos.
La actividad cinegética es buena y dispone de una amplia oferta de piezas con las que disfrutar de la caza en un entorno de gran belleza. La destreza del cazador puede ponerse a prueba en los recechos de rebeco por el San Justo, Susarón, Mampodre, Puerta de Faro o Agujas, y buscando los bandos de perdices pardas y rubias de los cazaderos de Las Señales, San Isidro o Valporquero. Hay también batidas de jabalí, o incluso de lobo si se avista durante los recechos de corzo, ciervo y rebeco. La mayor parte de la reserva está incluida en el espacio natural protegido del Parque Regional de Picos de Europa de Castilla y León.
En la reserva se encuentran varios pueblos agrupados en tres ayuntamientos: Valdelugueros en la cuenca del Curueño, Puebla de Lillo en la del Porma y Maraña a la orilla del arroyo del Riosol en la cuenca del Esla. Además de la actividad cinegética, la zona ofrece múltiples posibilidades de ocio, como la excelsa gastronomía, senderismo, alojamientos rurales y deportes de montaña.
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