Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1924.
Fue fundado en 1168 a orillas del río Esla, como cenobio de las monjas bernardas.
La construcción de su iglesia comenzó el 1 de marzo de 1177, según reza una inscripción en el muro inferior norte. Y fue gracias a las propiedades que donan sus fundadores, especialmente la que luego sería su abadesa, Doña Teresa Pérez, viuda de García Pérez, caballero a las órdenes de Alfonso VII, además de dádivas y dotes de muchos fieles de la zona.
La abadesa de Gradefes tenía jurisdicción civil y criminal en varios pueblos de la región constituyendo una merindad, que le permitía, desde recaudar tributos, a administrar justicia civil.
La primera comunidad la constituyeron monjas cistercienses provenientes del monasterio navarro de Tulebras.
Santa María de Gradefes es el único monasterio cisterciense femenino en España.
La iglesia del monasterio está formada por una cabecera de tres naves, cerradas con bóvedas sobre nervios apoyados éstos sobre pilares cuadrangulares con medias columnas adosadas. En ella pueden contemplarse los sepulcros, con figuras yacentes, de los esposos fundadores, obra de finales del Siglo XIII.
La cabecera en estilo románico de transición, junto con el capítulo, son los elementos conservados más antiguos, datan del siglo XII.
El crucero es más tardío, completándose el coro y demás dependencias en el Siglo XVII.
La decoración de capiteles es sencilla, al más puro criterio cisterciense, que mantenía la idea de eliminar ‘las ornamentaciones supérfluas‘, desechadas por San Bernardo.
La capilla mayor y el absidiolo del centro se techan con paños cóncavos sobre nervios, en disposición de equilibrarse cruzándose los de la capilla, constituyendo el adelanto más notable del edificio. Los arcos son apuntados y de medio punto.
En las dependencias monacales se custodian las tallas policromadas de una Virgen del XII y un Cristo gótico que formaba parte de un calvario del Siglo XIV. También se guardan vestiduras y calzado pertenecientes a la fundadora. Guardan asimismo una imagen románica de Nuestra Señora de Gradefes, y un crucifijo del siglo XIV de tamaño natural.
Pero una de las imágenes que más nos ha llamado la atención es la del ‘niño peregrino’, figurilla barroca, que tiene la característica que solamente se le viste de peregrino los ‘Años Jacobeos’.