En la zona colindante a Las Médulas descubriremos diferentes pequeñas masas de agua, que tienen su origen en la antigua actividad minera.
El lago Somido (o Sumido) se encuentra en el sector III de la mina de Las Médulas. Su vegetación acuática se ha recuperado mucho en las últimas décadas y hoy en día nos deleita con algunos mantos de nenúfares blancos y con la pequeña fauna que encontramos en su entorno.
La denominada “Senda del Lago Somido” es una ruta sencilla que transcurre a lo largo de los diferentes estanques, vestigios de estos lugares donde se separaba el oro. A lo largo del camino, primero nos encontraremos la Laguna Pinzais, seguida de la Laguna Larga, hasta alcanzar el Lago Somido. Toda esta senda está enmarcada por las verdes praderas y por las murias, que son acumulaciones de piedras redondeadas.
A lo largo del recorrido también encontraremos diversos paneles informativos que nos darán más información sobre el entorno, la historia y la formación de estos lagos.
El Mirador del Chao de Maseiros, un poco más allá del lago Somido, es una llanura que se formó a partir de los residuos producidos por el colapso de la montaña en su proceso de extracción aurífera. Esta actividad también se encuentra en el origen del famoso Lago de Carucedo, formado por los estériles o residuos de la explotación romana de Las Médulas.
Imagen obtenida de Patrimonio Natural de la Junta de Castilla y León