La Cruz de Fierro límite histórico, por el Camino de Santiago, de las comarcas de la Maragatería y el Bierzo, es uno de los puntos más famosos y emblemáticos de toda la Ruta Jacobea.
La Cruz, clavada sobre un montículo de piedras a 1.500 metros de altitud, está sostenida por un endeble palo de madera. En este lugar la tradición manda que el peregrino deje una simple piedra, a modo de promesa, a poder ser, traída desde su lugar de origen. Ha sido en los últimos años cuando esta tradición se ha desvirtuado y ahora se suele dejar un objeto personal, que han convertido los pies de la cruz en un auténtico basurero, obligando a voluntarios del Camino y de Asociaciones a limpiarlo.
Por motivos de seguridad, la cruz original se conserva en el Museo de los Caminos de Astorga. Junto a ella se erigió en 1982 una capilla consagrada al Apóstol.