La materia prima utilizada son los cuartos traseros del ganado vacuno, del que se aprovechan cuatro piezas: tapa, contra, babilla y cadera.
La Cecina de León ofrece apreciaciones gustativas aromáticas que la diferencian de cualquier otro producto cárnico: sabor característico, escasamente salada, de consistencia poco fibrosa . El efecto crianza que resulta del ahumado perfuma la carne apoyando el conjunto de sabores.
Su aspecto exterior típico es de un color tostado, pardo, ligeramente oscuro, propio del proceso de elaboración .
Al corte, presentará un color que va desde el cereza al granate, acentuándose éste en los bordes al final del proceso de curación , y presentará un ligero veteado de grasa que le proporciona su jugosidad característica.