Atravesando la villa y adentrándose por el noroeste en la Plaza Mayor de La Bañeza, se abre la calle Astorga, una de las arterias principales de la ciudad que articulan la actividad comercial de la localidad.
Nace tomando como punto de partida su extremo más occidental, en una de las principales entradas de La Bañeza, la plaza Antonio Colinas, la que la ciudad dedica a uno de sus hijos más ilustres, el poeta.
En línea recta se adentra hacia el corazón hasta desembocar en la plaza abriendo un pasillo adoquinado al recién llegado hasta el centro mismo de la ciudad bañezana, si bien la numeración de la calle sigue la dirección contraria, del centro al extrarradio.
En sus laterales se ubican los establecimientos de mayor historia de la ciudad y es lugar de paseo para sus paisanos.
Junto al comercio, también se abre hueco en esta calle la parroquia de Santa María así como la esencia modernista de la ciudad.