El Crucero del Santo Cristo es un bello motivo jacobeo al final de la calle Real. Se levanta sobre un pedestal de planta cuadrada y cuatro escalones de granito.
La columna del crucero es octogonal y se ha añadido una hornacina de cristal con un crucifijo pequeño al que siempre adorna un ramo de flores.
Ya se menciona en una donación que, en 1.202, hace Doña Igobor al Monasterio de Sobrado. Por ella concede a los monjes numerosas propiedades en Molinaseca.
El crucero se levanta sobre una basa o plinto de planta cuadrada y cuatro escalones, de granito basto.
La Plaza del Santo Cristo, situada al final de la Calle Real, alberga el Crucero del Santo Cristo. Este crucero, un motivo jacobeo precioso, se erige sobre un pedestal cuadrado de cuatro escalones. Una pequeña figura de Cristo Crucificado cuelga debajo de la cruz. Aunque no es el crucero original del año 1202, su ubicación es la misma que la del antiguo Crucero del Santo Cristo.