La iglesia más antigua de estilo románico se halla en el pueblo de Otero de Ponferrada, en plena falda del Monte Pajariel.
Aunque su origen data del siglo XI, sus funciones como capilla del cementerio han permitido su buena conservación.
Cuenta con una sola nave con cabecera semicircular que se une a ella por tramo recto. Esta recoleta construcción tiene en sus arcos de herradura una de sus singularidades, junto con la peculiar ventana geminada con un bello testero.
Esta llamativa ventana se remata con un arco de herradura con una corta columna divisoria que posee una basa sogueada y un sencillo capitel vegetal.
Su estilo primigenio corresponde al periodo de transición entre el mozárabe y el románico, considerándose a este pequeño templo como el mejor para contemplar esta evolución artística.
Como materiales de construcción se usó la mampostería y el sillarejo, para los contrafuertes el granito y para las cubiertas la pizarra.
Fue a finales del siglo XVII cuando comienzan a añadirse elementos a la estructura original.
Así se construyó a finales de esa centuria una espadaña y en el siglo XVIII la sacristía, pórtico, trastera y coro.
A principios del siglo XX, en 1916, tuvo lugar un penoso derrumbamiento que afectó a un tramo de la bóveda del presbiterio y a la bóveda del ábside, así como a una porción del muro norte.