Amparado por un fértil paraje pródigo en arroyos y fuentes, la localidad de Quilós conserva bellos ejemplos de la típica arquitectura tradicional berciana.
Está ubicada al norte del municipio de Cacabelos, de camino a Arganza y Fabero.
De su historia, se sabe que tuvo su origen en la época prerromana, en los castros Vizcaíno y Picón. Su nombre está relacionado con el Castellum Queledini de la época romana y fue el Quilous del Siglo X.
La economía de la zona ha estado basada principalmente en el sector agrícola, con cultivos de tabaco, vid y huerta.
En la actualidad su fértil naturaleza le ha convertido en un lugar para visitar, pasear por sus calles y regodearse con los encantos de la comida berciana.
La ejemplaridad del pueblo reside en sus casas que conservan las características de la vivienda berciana, con muros de piedra y tejados de pizarra, material abundante en la zona que ha sido utilizado desde antaño para las cubiertas.
Las vigas de las casas y los armazones son de madera de roble y castaño, también abundante en la zona.
Las casas son comúnmente de dos pisos y algunas conservan el típico corredor de madera con barandilla.
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