Es probable que la ermita de San Roque, denominada así desde el siglo XVI, fuera la antigua sinagoga judía de la medieval Cacabelos.
Esta teoría se fundamenta en su advocación a la Vera Cruz, ya que tras la expulsión de 1492, esta denominación fue habitualmente empleada por los cristianos cuando usurpaban las sinagogas tras la diáspora.
La ermita se encuentra en uno de los extremos de la principal calle de Cacabelos, la Calle de Santa María, paso del Camino de Santiago.
Precisamente, otra hipótesis que apunta a su posible origen hebreo, es que la judería medieval solía ubicarse en ambos extremos de la calle de paso del Camino de Santiago, en este caso, la calle de Santa María.
En el año 1590, la todavía ermita de la Vera Cruz fue reconstruida por el cacabelense Don Mateo Chicarro, perteneciente a la pequeña nobleza local. Años después, tras las devastadoras pestes de 1599, se cambiaría la advocación por la de San Roque, santo protector contra la peste.
La ermita ha sufrido con el paso de los siglos varias remodelaciones, siendo la última la del año 1789.
En su interior, junto a la imagen de San Roque, existen dos altorrelieves de madera policromada del siglo XVIII que representan a San Gil de Casayo y San Herberto de Cerdeña, ambos procedentes del monasterio de Carracedo.