Fundado en 1243 por Rodrigo Fernández de la Valduerna, el convento Premostratense se erige como el más significativo dentro de esta Orden. Dependía en sus orígenes de la abadía de Aguilar de Campoo, recibiendo numerosas donaciones y predios en ese tiempo, creciendo en bienes y en importancia hasta independizarse de la abadía madre antes de 1269.
En 1371 Enrique II visitó la ciudad de Toro, localidad del monasterio premostratense de Santa Sofía, hecho que aprovechan los de Villoria para conseguir otorgamiento de mayores privilegios, confirmados en 1409 por Juan II de CastilIa
De sus orígenes puede apreciarse el arco de la entrada principal, de estilo románico, en forma de pórtico y rematado con una cruz de piedra adornada por dos columnas incrustadas en el muro.
Los premostratenses, en España también conocidos como mostenses, integran una Orden religiosa de vida monacal fundada por San Norberto en el año 1120.
Su nombre se debe al lugar donde se originó, en la abadía de Prémontré, en Francia.
No obstante, también reciben el nombre de conónigos blancos, debido al color de su hábito, o norbertinos, derivado de su fundador.
Se vida se basa en la Regla de los Canónigos Regulares de San Agustín.
El valor del convento se incrementa aún más por quedar tan solo dos en todo el territorio español