En el siglo pasado, Felechas llegó a tener siete hórreos, de los que actualmente solo quedan cuatro, uno de ellos, restaurado, se puede ver en un patio cerca de la iglesia. Los otros tres que se agrupan en la plaza conforman uno de los conjuntos etnográficos más importantes de la provincia.
Son hórreos de tipo leonés, arcaicos, de pequeño tamaño y armazón de tablas horizontales sin clavos. Presentan destacadas singularidades, como el número de pegollos que sustentan la estructura, probablemente colocados por sus dueños en refuerzos sucesivos, y la cubierta a tres aguas que lucen dos de ellos, con forma de “V” invertida por delante y triangular por detrás. El tercero, situado en la parte baja del conjunto, tiene forma cuadrangular con tejado a cuatro aguas, recordando a los hórreos de tipo asturiano.
Su función fue principalmente almacenar grano, curar embutidos y quesos, leñera, gallinero e incluso cuarto de dormir. La tradición dice que en uno de los hórreos se depositaban las primicias que el pueblo de Felechas pagaba a la iglesia.
Perfil del visitante
Familias, grupos de amigos, parejas, viajeros en solitario.
¿Cuándo visitarlo?
Durante todo el año, invierno, primavera, verano u otoño.