Abandonamos al amanecer la localidad de Gradefes, donde era costumbre que los peregrinos que pernoctaban en la hospedería del monasterio, junto con los habitantes del pueblo y las voces cristalinas de las monjas de San Bernardo, cantaran ante la imagen de Santa María de Gradefes la «Salve Vespertina».
Una carretera flanqueada por árboles nos conduce a Cifuentes, desde donde podemos llegar a San Miguel de Escalada.
Siguiendo el margen derecho del río Esla, llegamos al monasterio de San Miguel de Escalada, conocido bajo el sobrenombre de «El Priorato». Sus estructuras altomedievales concebidas para la liturgia mozárabe no dejarán indiferente al peregrino o caminante. El Carrovallejo, señalado en la iglesia de San Antonio de Valdabasta, nos conduce hasta Santa Olaja de Eslonza, en donde impresionan las abandonadas y saqueadas ruinas del grandioso Monasterio Benedictino de San Pedro de Eslonza, el cual fue considerado el monasterio más importante después del de San Benito de Sahagún.
Santa Olaja de Eslonza nos conduce a Villarmún con una sorprendente iglesia al estilo de San Miguel de Escalada. Palazuelo de Eslonza, con sus retablos barrocos dignos de admiración y una copia del Cristo de Velázquez, nos preparan para afrontar el último tramo del camino que nos llevará hasta Mansilla de las Mulas, donde se une al tradicional Camino Francés.
GRADEFES (inicio de etapa)
DIFICULTAD (CRITERIO M.I.D.E.)
Severidad del medio
1
Orientación en el itinerario
1
Dificultad en el desplazamiento
2
Esfuerzo necesario
3